lunes, 11 de febrero de 2019

Comunicado del PCE (m-l) SOBRE EL INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN VENEZUELA


Venezuela vive horas extremadamente graves por el intento de su oligarquía de forzar un golpe de Estado auspiciado abiertamente por el imperialismo yanqui y sus aliados, aprovechando la profunda crisis económica y social que vive el país y la debilidad del Gobierno de Maduro.
         Detrás de esta nueva intentona se encuentra EEUU, que siempre ha considerado Latinoamérica y el Caribe como su patio trasero. La lista de golpes reaccionarios auspiciados por el imperialismo yanqui y sus socios, es interminable.  A lo largo de la segunda mitad del siglo XX y hasta nuestros días, la mano imperialista está detrás de una larga serie de asonadas que provocaron sufrimientos incontables a la clase obrera y los pueblos hermanos: Brasil y Bolivia (1964), Perú (1968), Chile y Uruguay (1973), Argentina (1976), Paraguay (1989), Haití (2004), etc., son otros tantos ejemplos. El propio ejército imperialista intervino directamente en Cuba (Bahía Cochinos, 1961), la República Dominicana (1965-66), Panamá (1989).
         Hoy, el agravamiento de la crisis capitalista está provocando la agudización de la pelea comercial, política y también militar entre las grandes potencias imperialistas, por ganar áreas de influencia. De Colombia nunca se fue y en Chile, Argentina, etc., la derecha más reaccionaria y sumisa al dictado yanqui está ocupando de nuevo los gobiernos, aprovechando las profundas contradicciones que han terminado por derrumbar los experimentos de transformación social comandados por la burguesía reformista, que en ningún caso pusieron en cuestión el poder de las oligarquías nacionales.
         Con todo, y a pesar de las graves contradicciones del extenso movimiento reformista que prometió un nuevo rumbo para las clases trabajadoras latinoamericanas de una punta a otra del subcontinente sin cambiar de hecho la estructura de poder en sus países, lo que está en juego ahora es la sumisión de los pueblos hermanos a los dictados del imperialismo norteamericano, su sumisión a la bota  yanqui, y la imposición de la dictadura descarnada del capital en todos ellos.
         No, no son los Bolsonaro, Macri, Piñera, Duque o Guaidó quienes van a traer la justicia social y la paz a la región; su objetivo es otro: terminar con los sueños de la pequeña y media burguesía e imponer de nuevo la dictadura descarnada del capital. El ejemplo de Cuba prueba que sólo es posible sostener los cambios sociales cuando se arrebata a la oligarquía los instrumentos de control de la economía, y únicamente en la medida en que éstos se someten al control popular.
         En España, los gobiernos monárquicos nunca han sido neutrales en Venezuela: la amistad entre Felipe González y el campeón de la corrupción, Carlos Andrés Pérez, que encabezó la privatización de empresas públicas venezolanas provocando una crisis social de dramáticas consecuencias, tuvo su continuidad en el apoyo del Gobierno Aznar al intento de Golpe Militar que sufrió Venezuela en 2002. Tampoco lo son en estas dramáticas horas que vive el pueblo venezolano.
         Los trabajadores españoles no podemos, por lo tanto, ser neutrales. La declaración del reaccionario Ministro de AA. EE., Josep Borrell, supeditando la posición del estado monárquico a la decisión de la UE, viene a negar de nuevo la soberanía del pueblo venezolano y santificar la injerencia imperialista en los asuntos de ese país hermano, para dejar solo a su pueblo frente a las fuerzas de la reacción y del imperialismo. Por su parte el dirigente nacional reaccionario Casado, Presidente del PP,  quien hace unas semanas ofreciera a Trump la utilización de suelo español como base permanente de los Comandos Sur y África del ejército yanqui, ha declarado su pleno apoyo al Golpe reaccionario en marcha, solicitando expresamente la intervención imperialista en los asuntos internos de Venezuela. Las declaraciones de estos y otros servidores del capital, pretenden dar un barniz de legitimidad a lo que no es sino una nueva injerencia del imperialismo yanqui.
         Debemos combatir este nuevo intento de golpe reaccionario y expresar nuestra solidaridad con los trabajadores y el pueblo venezolanos, a quienes se quiere someter de nuevo al dictado del imperialismo y a la dictadura abierta de su corrupta oligarquía.
         Nuestro Partido, expresa su pleno apoyo a los trabajadores venezolanos, a las organizaciones revolucionarias y, de manera particular, a nuestro partido hermano (Partido Comunista Marxista Leninista de Venezuela-PCMLV), que en las más duras condiciones promueven un cambio real que garantice el control popular del Estado.
¡ALTO A LA INTROMISIÓN IMPERIALISTA EN VENEZUELA!
¡ALTO AL GOLPE DE ESTADO!
¡SOLIDARIDAD CON LA CLASE OBRERA Y EL PUEBLO DE VENEZUELA!

24 de enero de 2019