La
reciente crisis económica mundial de 2020-2021, sumó nuevos acumulados
negativos a la ya de por si quebrada economía del mundo, los que arrastraba
desde la crisis económica de 2007-2008, lo que refleja que el sistema
capitalista-imperialista sigue con graves problemas para mantener un
crecimiento elevado y evitar nuevas crisis. En este sentido los capitalistas
pueden 42 contener una crisis, pero no evitarla.
La
baja en la tasa de ganancia de los capitalistas se ha contenido en los últimos
años, pero no se ha recuperado, esto junto con la lucha de clases, son el
acicate que aterroriza a toda la sociedad burguesa porque son la negación del
sistema capitalista-imperialista y hace inminente su transformación.
De la depresión económica -estancamiento económico padecido por estos 12 años que se presentó después de 2008, pasamos a una nueva crisis en 2020-2021, que fue justificada con la llamada Pandemia del Covid-19 a finales de 2019 y como sostienen los voceros del capitalismo, esta última empeoró las perspectivas de mejora económica a mediano y largo plazo, por el contrario, sus pronósticos se redujeron. Muy lejos de un despunte económico global, los descensos económicos siguen marcando la pauta y son muchos los factores que están contribuyendo en ello.
Por ejemplo la mayoría de las economías
presentan un sobre endeudamiento que se disparó en 2022 y continúa en 2023, las
potencias imperialistas estallaron su guerra en Ucrania, la que continúa desde
los primeros meses de 2022 y no se ven visos de terminarla en lo inmediato; se
disparó la inflación encareciéndose las materias primas sobre todo los
energéticos y los alimentos; continúa una mayor y grave destrucción de los
recursos naturales, que han alterado los ciclos climáticos y afectado los
ciclos productivos; y en este contexto, se hizo pública una recesión técnica
EE.UU., y Alemania, lo que empeoró más el escenario.
Así
las cosas, llegamos en el primer trimestre de 2023 con la declaración de
quiebra de tres Bancos y nuevamente fue en EE.UU.-, extendiéndose a otro más,
que logró ser contenida rápidamente, con la inyección nuevamente de recursos de
los Estados, lo que fortaleció los pronósticos de una “recesión mundial” para
finales de 2023, según los voceros de los organismos financieros. Es decir,
estos elementos, más otros, como la baja en la producción industrial, el
desempleo y despidos por las nuevas tecnologías, las bajas salariales, el
envejecimiento de varias poblaciones del planeta, la creciente y forzada
migración, la enfermiza especulación financiera desarrollada ahora con la
moneda electrónica-, el declive del dólar, como las protestas sociales acercan
al sistema capitalista-imperialista a una nueva y desastrosa crisis económica
global, pero la hambre canina de ganancias y el terror de los capitalistas que
le tienen a la caída de estas, los obliga a seguir maniobrando incluso con
mayor violencia para evitar un desastre económico y por tanto político,
principalmente clavando sus mandíbulas en los pueblos para impedirlo.
La guerra en Ucrania es un fuerte factor para
crear peligrosos y disruptivos escenarios de guerra mundial nuclear que ponen
en peligro la vida en el planeta. En este sentido la conclusión de la misma no
se ve en lo inmediato.
Saludos. Muy buena aproximación a la situación de la crisis mundial del capitalismo.
ResponderBorrarViva bolivar Viva Chavez
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