La reducción de la jornada es una reivindicación histórica del movimiento laboral. Es posible sobre la base de la lucha entre las fuerzas de la clase obrera y la burguesía. Con la reducción de la jornada laboral por los mismos salarios, generalmente se reduce la plusvalía absoluta. En muchos casos los capitalistas pueden "hacer las paces" de esta pérdida aumentando la plusvalía relativa, a través del aumento de la productividad del trabajo, esto determinado por los avances técnicos y el desarrollo de las fuerzas productivas.
Para
el capitalista, la intensificación de la jornada laboral de los trabajadores
tiene la misma importancia del alargamiento del día de trabajo. Tomemos un
ejemplo.
De
junio a diciembre del 2022, 61 empresas
británicas han reducido la jornada de 5 a 4 días hábiles, sin aumentar las
horas de trabajo en otros días y sin reducir el salario. Esto se decidió con el
propósito de un estudio realizado por la asociación de investigación
independiente y autónoma, junto a otros grupos de investigadores de diversas universidades.
No
sabemos si en los cuatro días de trabajo ha habido menos estrés para los trabajadores,
o si han mejorado o empeorado las condiciones de trabajo. Sin embargo, si
sabemos que la productividad de estas empresas no ha disminuido en absoluto, de
hecho, registró un ligero aumento en comparación con el semestre anterior.
Esta reducción de la
jornada no es factible para todos los trabajadores y trabajadoras mientras el
capitalismo continúe haciendo cumplir sus leyes. De hecho, en muchos sectores
las horas de trabajo van en aumento, se obligan a los trabajadores que laboren
horas extras en las noches, los sábados y los días festivos, los ritmos y las cargas
de trabajo aumentan, mientras se marcha hacia una flexibilidad absoluta.
Los jóvenes que
encuentran trabajo lo saben bien. Trabajan, tratados como esclavos modernos, asalariados,
precarios y sobre explotados, preparándolos para este sistema de Extracción
masiva de la plusvalía desde los Pupitres escolares ("alternancia escuela-trabajo”)
sometidos a un rendimiento obligatorio.
Las empresa capitalistas que siempre ponen las ganancias como el fin último de la
producción, no son empresas que se preocupan por el bienestar del proletariado, y si por un tiempo en nuestro
país y en otros países las condiciones de los trabajadores tienden a mejorar,
el mérito es de la lucha de clase y no la benevolencia de una burguesía
ilustrada.
Mientras se mantenga
el sistema burgués, las metas que el proletariado puede lograr son
provisionales e insuficientes.
Podemos hacer más
difícil los despidos, podemos establecer un mejor salario mínimo, podemos
aumentar los controles de seguridad y endurecimiento de las sanciones por evasión de impuestos, pero con
la burguesía en el poder, terminarán diluyéndose
las conquistas de la clase obrera y más
temprano que tarde, tendremos que volver a luchar por
lo mismo objetivos una y otra vez como está sucediendo ahora, logros que
teníamos hasta hace poco y que se han ido perdiendo.
La
burguesía en el poder no va a hacer nada más que defender sus propios
intereses, y si algún derecho se lograra conceder, serán pequeñas victorias
bajo el impulso de la lucha de clases y
será solo para lograr protegerse ella y sus intereses de clase. Bastará una
crisis para que perdamos muchos de estos avances, esto también gracias a los agentes del capital en el movimiento obrero.
Si
realmente queremos "trabajar menos, trabajar mejor y que trabajen todos” la única solución posible es trascender
del capitalismo al Socialismo.
Con
el socialismo, el fin último de la producción ya no será el beneficio de pocos,
sino la máxima satisfacción de las necesidades materiales y culturales de toda
la sociedad. Con la implementación del
socialismo tendremos unas mejoras notables de las condiciones de vida y de
trabajo, en contraposición a las condiciones de vida que tenemos en este régimen
explotador.
Una
vez abolida la explotación del hombre sobre el hombre, nosotros los trabajadores
finalmente seremos capaces de implementar nuestras propias leyes para el desarrollo
de la sociedad, pues las leyes del capitalismo impiden la evolución y
desarrollo de la sociedad humana.
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