jueves, 3 de agosto de 2023




29 años de la Conferencia  Internacional de Partidos  y Organizaciones  Marxista Leninistas.

En agosto de 1994, esto es hace 29  años, se constituyó la Conferencia  Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas  – CIPOML. Hasta antes de su  conformación, el Movimiento Comunista  Internacional Marxista Leninista hacía  esfuerzos por expresar a la clase obrera  y a los pueblos del mundo sus puntos  de vista sobre los principales problemas  del escenario político mundial, sus  concepciones ideológicas y políticas confrontando a las posiciones del  revisionismo y el oportunismo en  sus diversas variantes, pero no había  madurado lo suficiente como para contar  con unas normas de funcionamiento  y una instancia organizativa para la  coordinación de la actividad de los  partidos.  

Hasta la década de los años ochenta del  siglo pasado, el movimiento marxista  leninista tenía pocas ocasiones de  reunirse, hasta que varios partidos  tomaron la iniciativa de convocar  cada año las denominadas “reuniones  multilaterales”, a las que se invitaba a los  partidos y organizaciones consideradas  como integrantes del movimiento  comunista internacional marxista  leninista; reuniones que permitieron  intercambiar experiencias del trabajo  revolucionario de los partidos en sus  respectivos países, y que permitieron  reafirmar elementos de identidad  ideológica y política entre los partidos.  Las vicisitudes que vivió el mundo con  el hundimiento de la ex URSS y la caída del socialismo en Albania, afectaron a  algunos partidos del movimiento que  perdieron la brújula y consideraron que  debía trabajarse por “reunir a la familia  comunista”, dejando a un lado el combate  que los marxista leninistas veníamos  desarrollando en contra del revisionismo  jrushovista y el maoísmo. 

Los partidos que no abandonamos el  marxismo-leninismo continuamos  demarcando posiciones con el  revisionismo y el oportunismo,  continuamos con el trabajo por la unidad  de los partidos marxista leninistas  y, en la reunión realizad en Quito,  en agosto de 1994, se constituyó la  Conferencia Internacional de Partidos  y Organizaciones Marxista Leninistas,  CIPOML. De esta reunión salió la  Proclama Comunista a los Trabajadores  y Pueblos, conocida también como  Proclama de Quito, de la que hoy  reproducimos algunos extractos: 

“¡Mientras haya explotación del hombre  por el hombre, y el capitalismo destruya la existencia verdaderamente humana  sobre la tierra, habrá lucha! 

¡Mientras imperialistas y burgueses  opriman a las naciones débiles, a los  pueblos indefensos, habrá lucha! 

¡Mientras los trabajadores y los pueblos  del mundo aspiren a transformar  la sociedad actual, cambiarla en su  beneficio, y por ello vencer o morir,  habrá lucha! 

En oposición a las prédicas conciliadoras  de los capitalistas, de que obreros y  patronos tienen los mismos intereses,  ratificamos la tesis marxista de que la  lucha de clases, en las sociedades dividas  en clases, es el motor de la historia. 

La lucha de clases no terminará hasta  lograr los más altos y generales objetivos  que los trabajadores y los pueblos se  han propuesto: construir, sobre las  ruinas del capitalismo el socialismo y el  comunismo.

 

En las últimas décadas, el movimiento  comunista y obrero ha sido duramente  golpeado. El proceso de restauración  capitalista que se generalizara partir  del XX Congreso del PCUS, y que  culminara con los acontecimientos  de Europa del Este, de la ex-URSS y  la traición en Albania, etc., son parte  de la acción del imperialismo, de las  fuerzas reaccionarias, revisionistas, pro capitalistas. Las limitaciones históricas,  la inexperiencia, la falta de desarrollo  de la teoría, la subestimación de las  contradicciones propias de la sociedad  capitalista, la burocratización y el  aislamiento del Partido Comunista de  las masas, etc. no permitieron que los  comunistas, la clase obrera y los pueblos  defendieran sus conquistas y evitaran  la restauración capitalista. No fuimos  capaces de impedir el surgimiento de  una nueva burguesía que, con la máscara  de “socialista”, tomó el poder y destruyó  el socialismo. Pero estos golpes, estas  derrotas no significaron el fin de la  historia.

 

Tras la última y general embestida  del imperialismo y del capitalismo,  que pretende no dejar piedra sobre  piedra del Marxismo Leninismo, del Socialismo científico, del Comunismo,  de la Revolución proletaria, del  Antiimperialismo, nos hemos vuelto a  levantar en todos los continentes. Los  comunistas nacemos en cada huelga  obrera y los pueblos por libertad y  democracia, en cada revuelta juvenil,  en los núcleos guerrilleros. Nos  reorganizamos, nos unimos, sacamos  lecciones de lo sucedido, y seguimos  avanzando. 

Mientras no hayamos cumplido nuestra  misión histórica, no cejaremos en  nuestro empeño. 

Somos millones de seres en lucha.  Los trabajadores seguimos siendo los  fundamentales productores de toda la  riqueza, en cualquier parte y bajo las más  diversas condiciones de desarrollo de los  medios de producción. Nada, en esencia,  habrá cambiado mientras otros vivan de nuestro sudor y no hayamos logrado  transformar esta sociedad en otra, de  tipo superior. 

[…] La lucha de clases no puede ser  abolida ni desaparecida mientras exista  la propiedad privada sobre los medios  de producción. Empero, debemos tomar  en cuenta estos nuevos avances técnicos  y científicos, aprender a manejarlos y  a utilizarlos a favor del pueblo, de la  revolución. 

Ninguna otra clase o capa social puede  cumplir con esos objetivos. Esta es una  tarea del proletariado, que es la clase más  revolucionaria de la sociedad, con alto  espíritu práctico, capaz de unir y dirigir a  otras clases y capas explotadas en la lucha  contra el capital. 

[…] Los imperialistas y burgueses  atacan furiosamente al Marxismo Leninismo y proclaman su caducidad.  Preguntamos: ¿Si esta teoría es inservible,  por qué atacarla tan denodadamente?  Sencillamente, porque saben que esa teoría es actual y tiene vigencia. El  Marxismo-Leninismo se basa en el  desarrollo continuo del conocimiento  científico, en la experiencia del desarrollo social, en el pensamiento humano  progresista, es una teoría de carácter  revolucionario que representa los  intereses históricos del proletariado  y de toda la humanidad; avanza  dialécticamente, rompe barreras,  engendra lo nuevo. 

[…] El revisionismo constituye un  peligro para el proceso revolucionario,  para el Partido Comunista, y para la  construcción del socialismo. Es una tarea  indispensable combatir el revisionismo  de todo tipo y en todos los terrenos. Es  un peligro contra el cual no se puede  relegar o menospreciar la lucha. 

[…] Hemos creado a nuestros partidos  en el fragor del combate, a golpes contra  el revisionismo y el oportunismo los  cuales, con su degeneración ideológica y  traición política, han sido los principales  responsables de los daños causados al movimiento comunista y obrero  internacional. 

Los partidos comunistas son instrumentos indispensables para  ORGANIZAR la revolución en cada uno  de nuestros países. Somos en conjunto,  la Conferencia Internacional de Partidos  y Organizaciones Marxista-Leninistas,  la verdadera alternativa de los pueblos.  La llama de la revolución proletaria y la  esperanza de los pueblos sigue en manos  de los comunistas. 

Concebimos que las masas son -deben  ser siempre y en todos los terrenos las protagonistas de la historia. Solo  cuando los partidos comunistas  se han burocratizado, degenerado  ideológicamente, y han perdido su  carácter de vanguardia revolucionaria  al servicio de la clase obrera y los  pueblos, estos les han dado la espalda.  Los proletarios y los comunistas, los  trabajadores y los pueblos, jamás  debemos romper los lazos que nos  unen. Con la clase obrera y los pueblos, los comunistas luchamos por sus  intereses, con ellos debemos y podemos  conquistar el poder, con ellos debemos  construir cualquiera de las formas de  la democracia popular, de dictadura  del proletariado, el estado socialista,  construir el socialismo y avanzar. 

[…] Ratificamos nuestra decisión de  mantener alta la bandera del Marxismo  Leninismo, de luchar por su aplicación,  de convertir nuestros partidos y  organizaciones en una alternativa política  y social, organizativa, a escala nacional  e internacional. Nuestros partidos y  organizaciones reafirman su decisión  de combatir junto a la clase obrera y  los pueblos, junto a los demócratas,  patriotas y progresistas, para oponer a  la dominación capitalista la lucha por la  revolución social del proletariado. 

Mantenemos vivo el espíritu de la Comuna de París, de la Revolución  de Octubre, y de todos los procesos y  experiencias revolucionarias, basándonos  en los principios elaborados por Marx, Engels, Lenin y Stalin. 

Proletarios y pueblos del mundo: La lucha continúa. Ante la nueva ola de  luchas revolucionarias que se avecinan,  los comunistas, los trabajadores y los  pueblos debemos ser los protagonistas. 

Convirtamos en hechos la consigna histórica de Marx y Engels: 

¡Proletarios de todos los países, uníos!”

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario