¡Organizadas
cambiamos el mundo!
El día 8 de marzo, Día Internacional de la
Mujer Trabajadora, el Movimiento de mujeres 8M convoca una huelga general que
apoyamos y secundamos… una huelga laboral, estudiantil, de cuidados y de
consumo.
Corren tiempos difíciles: jubilación a los 67
años, millones de personas en paro, una reforma laboral que abarata los
salarios y los despidos, recortes sociales que han profundizado la
división sexual del trabajo, condenándonos a la discriminación laboral,
trabajos precarios, peor pagados, no remunerados, invisibles e ilegales… “Hay
una crisis económica y nos tenemos que acostumbrar”, nos dicen. Pero lo
que está en crisis es un modelo económico y social insostenible que mata las
personas y el planeta.
Trabajamos en casa sin sueldo cuidando los
niños y las personas mayores, haciendo todo el trabajo invisible pero
imprescindible para que funcione el mercado de trabajo. Y trabajamos fuera del
hogar en trabajos temporales y precarios, haciendo media jornada "para
conciliar", y sin derecho a la jubilación porque no hemos cotizado el
tiempo necesario. Muchas de nosotras somos trabajadoras de hogar y no se
nos reconoce ni la dignidad de nuestro trabajo ni nuestros derechos
laborales. Muchas también somos mujeres migrantes, formamos parte de
la cadena global de cuidados, donde se transfiere el trabajo de cuidados de
unos hogares a otros en base a ejes de poder, entre ellos el de género, etnia,
clase y lugar de procedencia.
El capitalismo genera fuertes desigualdades,
relaciones de poder y destruye los recursos y las condiciones necesarias para
poder tener vidas dignas.
Por
eso plantamos cara al orden capitalista, racista, patriarcal.
Cada día movemos el mundo con nuestros
trabajos precarios e impagados, sobreviviendo a la violencia económica,
psicológica, física, lesbofóbica, transfóbica.
El 8M
hacemos la huelga laboral y llamamos a nuestros compañeros
trabajadores a que la secunden. No queremos la equiparación con las condiciones
precarias de los hombres, queremos acabar con la precariedad y alcanzar
condiciones laborales de contratación, promoción y remuneración dignas e
iguales.
El trabajo de cuidados y doméstico necesario
para cubrir las necesidades básicas de la vida, lo seguimos realizando,
mayoritariamente, las mujeres en contextos de precariedad creciente. Un trabajo
invisible que es imprescindible para la reproducción social.
El Estado no se responsabiliza de garantizar
los cuidados. La ley de dependencia es muy limitada e insuficiente ya que
el 30% de las personas reconocidas como dependientes no reciben ninguna
prestación ni servicio y somos las mujeres quienes tenemos que suplir a los
servicios públicos. Por eso
El 8M
hacemos la huelga de cuidados, para exigir que el Estado y la
sociedad asuman la responsabilidad de los cuidados, y que los trabajos
domésticos y de atención a la dependencia retribuidos tengan
garantizados derechos y condiciones laborales justas. Para exigir que las
Administraciones Públicas garanticen de forma irrenunciable y prioritaria los
servicios públicos y de protección social: sanidad, educación, servicios
sociales, ayuda a la dependencia y acceso a la vivienda social.
Los espacios donde se desarrolla la educación
en todas sus etapas, jardines de infancia, colegios, institutos, universidades,
son espacios de socialización fundamentales en los que se reproduce el
actual sistema capitalista y patriarcal donde se inculcan los estereotipos y
está muy lejos de ser un espacio en el que las personas se desarrollen en
igualdad. Por eso
El 8M
hacemos la huelga estudiantil
Por el derecho a una educación
afectivo-sexual sin estereotipos, que nos desarrolle como sujetos y no nos
reduzca a meros objetos. Por un sistema educativo que defienda la coeducación y
la corresponsabilidad. Por la bajada de las tasas y el aumento de las becas que
nos permita conciliar la vida estudiantil, laboral y de cuidados. Por un
proceso ágil que facilite la convalidación de estudios obtenidos en otros
países.
El consumo es el último eslabón de la cadena
de extracción, producción, distribución. A través de él, nosotras podemos
incidir en el sistema capitalista. Por eso,
El 8
de marzo hacemos huelga de consumo, porque queremos
dejar de comprar cosas innecesarias, de acumular objetos y derrochar alimentos,
de ser manipuladas por el capitalismo que nos crea necesidades de consumo para
su beneficio.
Ante la ofensiva ultraconservadora contra los
derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, hay que alzar la voz y
organizarse para salvaguardar los derechos adquiridos y para avanzar hacia
otros nuevos y necesarios. Hay que seguir batallando, contra los que pretenden
escatimar a las mujeres, por el simple hecho de serlo, su lugar en el mundo.
¡NI UN PASO ATRÁS!
Partido Comunista de España
(marxista-leninista)
Federación Republicanos
Juventud Comunista de España
(marxista-leninista)
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