¡Todo
apoyo a Venezuela revelada contra el dominio del imperialismo!
Créditos al periódico A VERDADE. BRASIL
La crisis que perdura en Venezuela
hace más de diez años y que se ha agravado aún más en estos últimos días, trae
al pueblo venezolano un gran desafío. ¡Y también una gran oportunidad!
El presidente electo Nicolás Maduro
acusó a Estados Unidos de ser los verdaderos responsables de esa maniobra, y
por querer dominar las riquezas de Venezuela, por el golpe de Estado,
principalmente el petróleo, incluso contra la voluntad del pueblo venezolano, o
sea, por la violencia de una intervención militar.
Maduro también decidió expulsar del
país todo el cuerpo diplomático norteamericano en 72 horas y afirmó,
"Venezuela se respeta". No podemos negar que han sido pasos
extremadamente importantes. Primero porque ayudan a revelar para amplios
sectores de la población la contradicción vivida no sólo por los venezolanos,
sino por toda América Latina: la contradicción entre el imperialismo y los
pueblos. Segundo, para poner al pueblo, y la parte de las fuerzas armadas
leal al gobierno, en alerta general y en vigilia contra la ofensiva de EEUU.
Pero nos preguntamos: ¿Cuánta lucha
será suficiente para impedir el éxito de esa ofensiva imperialista? ¿Cuál
es la táctica que la Revolución Bolivariana debe adoptar para hacer frente a la
presión de la derecha fascista, no sólo de su país, sino de varios otros países
de nuestro continente que esa derecha dirige, entre ellos Brasil? La
estrategia de coexistencia pacífica con la propiedad privada, defendida por el
llamado Socialismo del Siglo 21, será suficiente al chavismo en ese momento?
En el caso de la invasión de Estados
Unidos en Cuba, por la bahía de los cerdos, guardada las proporciones, un
dilema semejante se colocaba delante del pueblo cubano en abril de 1961, en la
inminencia de la invasión norteamericana en Cuba. En esa ocasión, Fidel va
al público. Declara el carácter socialista de la Revolución Cubana,
anunciando la socialización de todos los medios de producción y defendiendo el
control popular de todas las riquezas producidas en la isla. Así, preparó
a la población para reaccionar con éxito a la ofensiva imperialista, frustrar
la invasión en Playa Girón, y pasar al dominio completo de la máquina del
estado.
No podemos hacer una transposición
mecánica de aquel acontecimiento histórico para hoy y así, apenas
"imitar" lo que había sido hecho en aquella crisis vivida en la
Isla. Sin embargo, no debemos despreciar las lecciones históricas más
importantes de esta lucha secular que los trabajadores traban contra la sana
incesante del capital financiero internacional. Debemos desafiarnos a
aprender de la experiencia de las revoluciones en todos los países y controlar
la aplicación de estas enseñanzas en cada realidad nacional con nuestras
propias fuerzas, considerando la situación objetiva de cada país.
Desde 2002, cuando hubo el golpe que
depuso al presidente electo Hugo Chávez y que fue frustrado por la lucha de
masa (ver documental: "La revolución no será televisada"), es pública
y descarada la intención de EEUU y la élite de Venezuela de si apoderarse del
gobierno. De allí para allá, el gobierno chavista no vino ganando fuerza,
sino por el contrario. Perdió la mayoría en el parlamento. Sufrió un
desgaste enorme con la población debido a los procesos de boicot, locaute y
desabastecimiento intencionales, provocados por el empresariado. Y está
bastante aislado, sin el apoyo de otros gobiernos populares, rodeado por la
fascistización que campeona el continente.
En esa situación el imperialismo
tiene mucho que ganar si cae Maduro, por eso luchará con toda firmeza para
terminar lo que comenzó. Pero lo que el pueblo venezolano tiene
efectivamente ganando, manteniendo la situación actual, defendiendo sólo lo que
ya tiene, y permitiendo que perdure la crisis, los boicots y las
presiones? Para ese pueblo luchar de manera resuelta y con toda decisión,
la lucha no puede ser sólo defensiva. Necesita un programa, de medidas
reales que efectivamente presente innumerables ganancias y beneficios
económicos, políticos y sociales en ese país. Necesita tener la perspectiva
de que un ejército regular tendrá poco efectivo para hacer frente al
imperialismo por mucho tiempo. Que para la garantía de la victoria hay que
organizar al pueblo en armas.
La democracia no existe para todos,
es un poder que debe ser ejercido en favor de la mayoría. En ese caso, la
mayoría eligió a Maduro y lo quiere como presidente. Si aún así una
minoría desconsidera la democracia y quiere invadir este país por la fuerza,
utilizando ejércitos extranjeros, es más que urgente que se pierdan todas las
ilusiones democráticas y que se aproveche de esa ofensiva para mostrar al
pueblo la imposibilidad de la coexistencia pacífica entre los intereses de los
banqueros, industriales y latifundistas de un lado, y de otro los trabajadores,
los campesinos y los pueblos.
Nacionalizar todos los bancos,
unirlos en un solo banco estatal, poner en la mano del pueblo esa riqueza que
le fue robada por décadas. Realizar la reforma agraria, dividir las
tierras entre aquellos que en ella trabajan, tomándolas de los terratenientes y
del agronegocio. Estatizar todas las empresas de los sectores
fundamentales y poner a los trabajadores en su mando. Abrir los almacenes
y dividir los alimentos y otros productos almacenados para aquellos que tienen
hambre y dificultad para conseguir lo básico para vivir. Convocar a los
obreros a tomar las fábricas, ya comandarlas en paralelo a un plan que acabe
con el desempleo.
Estas y otras medidas darán
condiciones al pueblo venezolano para enfrentar el combate necesario, mientras
que debilitan decisivamente la burguesía reaccionaria de aquel país. Hacer
la Revolución y declarar su carácter socialista tal vez sea la única solución a
la crisis en Venezuela que se ejecute en beneficio de la inmensa mayoría del
pueblo.
Es obvio que aquí, sólo queremos dar
una humilde opinión. Nunca se puede dejar de decir eso. En ese
momento, el pueblo venezolano nos da clase de resistencia a la grosería del
poder imperialista de EEUU y sus asociados. Por lo tanto, debe ser
saludado por nosotros con todas las fuerzas. Debemos defender
incondicionalmente su derecho a la autodeterminación, comprendiendo que el
proceso revolucionario está en sus manos, y que de aquí respetamos
absolutamente su experiencia y sus decisiones.
En el momento en que se comparó a un
dictador o algo que lo valía, como hace una parte de la izquierda vacilante de
Brasil, es hacer el juego del Imperialismo. Todo apoyo a Venezuela
rebelde. Saludos solidarios y revolucionarios, desde aquí,
camaradas. ¡Patria o muerte, venceremos!
Queates Damasceno, militante de la
PCR