martes, 12 de febrero de 2019

¡Todo apoyo a Venezuela revelada contra el dominio del imperialismo!



¡Todo apoyo a Venezuela revelada contra el dominio del imperialismo!
Créditos al periódico A VERDADE. BRASIL
La crisis que perdura en Venezuela hace más de diez años y que se ha agravado aún más en estos últimos días, trae al pueblo venezolano un gran desafío. ¡Y también una gran oportunidad!
El presidente electo Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos de ser los verdaderos responsables de esa maniobra, y por querer dominar las riquezas de Venezuela, por el golpe de Estado, principalmente el petróleo, incluso contra la voluntad del pueblo venezolano, o sea, por la violencia de una intervención militar.
Maduro también decidió expulsar del país todo el cuerpo diplomático norteamericano en 72 horas y afirmó, "Venezuela se respeta". No podemos negar que han sido pasos extremadamente importantes. Primero porque ayudan a revelar para amplios sectores de la población la contradicción vivida no sólo por los venezolanos, sino por toda América Latina: la contradicción entre el imperialismo y los pueblos. Segundo, para poner al pueblo, y la parte de las fuerzas armadas leal al gobierno, en alerta general y en vigilia contra la ofensiva de EEUU.
Pero nos preguntamos: ¿Cuánta lucha será suficiente para impedir el éxito de esa ofensiva imperialista? ¿Cuál es la táctica que la Revolución Bolivariana debe adoptar para hacer frente a la presión de la derecha fascista, no sólo de su país, sino de varios otros países de nuestro continente que esa derecha dirige, entre ellos Brasil? La estrategia de coexistencia pacífica con la propiedad privada, defendida por el llamado Socialismo del Siglo 21, será suficiente al chavismo en ese momento?
En el caso de la invasión de Estados Unidos en Cuba, por la bahía de los cerdos, guardada las proporciones, un dilema semejante se colocaba delante del pueblo cubano en abril de 1961, en la inminencia de la invasión norteamericana en Cuba. En esa ocasión, Fidel va al público. Declara el carácter socialista de la Revolución Cubana, anunciando la socialización de todos los medios de producción y defendiendo el control popular de todas las riquezas producidas en la isla. Así, preparó a la población para reaccionar con éxito a la ofensiva imperialista, frustrar la invasión en Playa Girón, y pasar al dominio completo de la máquina del estado.
No podemos hacer una transposición mecánica de aquel acontecimiento histórico para hoy y así, apenas "imitar" lo que había sido hecho en aquella crisis vivida en la Isla. Sin embargo, no debemos despreciar las lecciones históricas más importantes de esta lucha secular que los trabajadores traban contra la sana incesante del capital financiero internacional. Debemos desafiarnos a aprender de la experiencia de las revoluciones en todos los países y controlar la aplicación de estas enseñanzas en cada realidad nacional con nuestras propias fuerzas, considerando la situación objetiva de cada país.
Desde 2002, cuando hubo el golpe que depuso al presidente electo Hugo Chávez y que fue frustrado por la lucha de masa (ver documental: "La revolución no será televisada"), es pública y descarada la intención de EEUU y la élite de Venezuela de si apoderarse del gobierno. De allí para allá, el gobierno chavista no vino ganando fuerza, sino por el contrario. Perdió la mayoría en el parlamento. Sufrió un desgaste enorme con la población debido a los procesos de boicot, locaute y desabastecimiento intencionales, provocados por el empresariado. Y está bastante aislado, sin el apoyo de otros gobiernos populares, rodeado por la fascistización que campeona el continente.
En esa situación el imperialismo tiene mucho que ganar si cae Maduro, por eso luchará con toda firmeza para terminar lo que comenzó. Pero lo que el pueblo venezolano tiene efectivamente ganando, manteniendo la situación actual, defendiendo sólo lo que ya tiene, y permitiendo que perdure la crisis, los boicots y las presiones? Para ese pueblo luchar de manera resuelta y con toda decisión, la lucha no puede ser sólo defensiva. Necesita un programa, de medidas reales que efectivamente presente innumerables ganancias y beneficios económicos, políticos y sociales en ese país. Necesita tener la perspectiva de que un ejército regular tendrá poco efectivo para hacer frente al imperialismo por mucho tiempo. Que para la garantía de la victoria hay que organizar al pueblo en armas.
La democracia no existe para todos, es un poder que debe ser ejercido en favor de la mayoría. En ese caso, la mayoría eligió a Maduro y lo quiere como presidente. Si aún así una minoría desconsidera la democracia y quiere invadir este país por la fuerza, utilizando ejércitos extranjeros, es más que urgente que se pierdan todas las ilusiones democráticas y que se aproveche de esa ofensiva para mostrar al pueblo la imposibilidad de la coexistencia pacífica entre los intereses de los banqueros, industriales y latifundistas de un lado, y de otro los trabajadores, los campesinos y los pueblos.
Nacionalizar todos los bancos, unirlos en un solo banco estatal, poner en la mano del pueblo esa riqueza que le fue robada por décadas. Realizar la reforma agraria, dividir las tierras entre aquellos que en ella trabajan, tomándolas de los terratenientes y del agronegocio. Estatizar todas las empresas de los sectores fundamentales y poner a los trabajadores en su mando. Abrir los almacenes y dividir los alimentos y otros productos almacenados para aquellos que tienen hambre y dificultad para conseguir lo básico para vivir. Convocar a los obreros a tomar las fábricas, ya comandarlas en paralelo a un plan que acabe con el desempleo.
Estas y otras medidas darán condiciones al pueblo venezolano para enfrentar el combate necesario, mientras que debilitan decisivamente la burguesía reaccionaria de aquel país. Hacer la Revolución y declarar su carácter socialista tal vez sea la única solución a la crisis en Venezuela que se ejecute en beneficio de la inmensa mayoría del pueblo.
Es obvio que aquí, sólo queremos dar una humilde opinión. Nunca se puede dejar de decir eso. En ese momento, el pueblo venezolano nos da clase de resistencia a la grosería del poder imperialista de EEUU y sus asociados. Por lo tanto, debe ser saludado por nosotros con todas las fuerzas. Debemos defender incondicionalmente su derecho a la autodeterminación, comprendiendo que el proceso revolucionario está en sus manos, y que de aquí respetamos absolutamente su experiencia y sus decisiones.
En el momento en que se comparó a un dictador o algo que lo valía, como hace una parte de la izquierda vacilante de Brasil, es hacer el juego del Imperialismo. Todo apoyo a Venezuela rebelde. Saludos solidarios y revolucionarios, desde aquí, camaradas. ¡Patria o muerte, venceremos!
Queates Damasceno, militante de la PCR