POR LOS DERECHOS LABORALES DE LAS
MUJERES CONMEMOREMOS EL 8 DE MARZO
“La
igualdad es un término que congela el feminismo, decir sólo que luchamos por la
igualdad, es decir que queremos la explotación capitalista que sufren los
hombres”
Silvia Federici.
No recordar a las más de un centenar de
mujeres obreras que laboraban en la industria del textil de la ciudad de Cotton
de Nueva York a comienzos de siglo, en 1908 cuando entregaron su vida luchando
por un salario digno y por erradicar las infames condiciones de trabajo que
incluyó la búsqueda de jornadas laborales de máximo 8 horas, es negar la
historia.
Ellas
nos dejaron un legado de resistencia y acción política que a lo largo de los
años se ha venido materializando. Su ejemplo, las confrontaciones y
manifestaciones multitudinarias en las calles del mundo dan fe del compromiso
de las mujeres organizadas contra la explotación capitalista. Apoyadas en ese
histórico y heroico episodio Clara Zetkin, junto a Rosa Luxemburgo, Khaty
Dunker y Alexandra Kollantai y otras mujeres abanderaron una propuesta en la 1°
Conferencia de Mujeres Socialistas y en el año de 1910 en la 2da Conferencia de
Mujeres Socialistas se toma la gran decisión política de proclamar el 8 de
Marzo como el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA.
El
ámbito del trabajo de los trabajadores hoy es muy complejo e intimidante, pero
mucho más es la situación de las mujeres trabajadoras, realidad que se agrava
cuando se pertenece a las etnias negra, indígena o gitana pues trabajan con
niveles salariales inferiores por iguales funciones y no tienen libertad de
ingreso a todo puesto de trabajo, existe por lo tanto una clara discriminación.
Esto lleva a muchas mujeres a caer en la
apatía, el escepticismo y a sumirse en un sentimiento de inferioridad e
impotencia ante la evidente injusticia del repugnante régimen dominante que le
nubla muchas veces la razón para buscar caminos que lleven a ponerle fin a tan
detestable situación, lo cual en alguna medida favorece el estado de
desigualdad, explotación, porque la Mujeres caminando por la unidad y el cambio
respuesta de las mujeres del pueblo trabajador no es aún tan contundente que
impida que la burguesía y el imperialismo pueden seguir impunemente con sus
nefastos planes de explotación, expropiación, privatización.
Hoy muchas mujeres en el mundo siguen
demandando derechos básicos como acceder a: educación, cultura, trabajo, a
política, a la libre determinación que incluye lo referente a sus derechos
sexuales y reproductivos. Se sigue luchando contra la opresión patriarcal, la
explotación capitalista, el desconocimiento del trabajo doméstico como aporte
de las mujeres al ingreso familiar, que debe reconocerse como un trabajo
productivo y digno, que a veces las sitúa en la dura realidad de “madres cabeza
de familia”.
Las
mujeres del pueblo: campesinas, obreras, empleadas, indígenas, negras, jóvenes,
artistas, empleadas domésticas, vendedoras ambulantes, madres comunitarias,
maestras y las que se destacan en otras actividades, reivindicamos desde
nuestra existencia y pertenencia a una clase social: el derecho a la lucha, la
huelga, la protesta y la resistencia como herramientas válidas para confrontar
las políticas nefastas del Estado burgués que hace reconocimientos formales,
pero la gran mayoría de sus políticas defienden la estructura de opresión y
explotación, agreden a las mujeres en los asuntos más importantes de su
dignidad como ser humano y no sólo en el ámbito laboral sino que las someten a
la discriminación racial, a la exclusión económica y a la falta de
oportunidades en la sociedad.
Hoy
la humanidad avanza en la comprensión de cómo los derechos de las mujeres hacen
parte de los derechos humanos, porque allí donde los hombres son víctimas de la
explotación capitalista, las mujeres padecen doblemente esos yugos como parte
del ejercito de explotados por el imperialismo y el capitalismo.
Las trabajadoras colombianas demandamos del
Estado y su gobierno los derechos a la justicia y la igualdad laboral tanto en
lo salarial como en el reconocimiento de capacidades y competencias, exigimos
acciones efectivas para que la Ley 1010 se aplique ampliamente a las
estructuras de poder que atentan contra la salud física y mental de las
trabajadoras, generando violencia laboral.
Mujeres
caminando por la unidad y el cambio Este 8 de marzo invitamos a todas las
trabajadoras a alzar sus voces contra la CORRUPCIÓN ESTATAL que nos roba el
derecho a una salud y seguridad social integrales, a una educación de calidad,
la posibilidad de una vivienda digna, a la recreación y acceso a la cultura.
Reivindicamos una vez más la necesidad de que las mujeres del pueblo, junto a
los hombres del pueblo, nos organicemos para luchar, conquistando nuestros
derechos políticos, económicos, sociales, la defensa de la independencia, la
soberanía y el progreso de Colombia.
¡VIVA
EL 8 DE MARZO COMBATIVO Y UNITARIO!
¡ABAJO
EL SISTEMA DISCRIMINADOR Y OPRESOR DE LAS MUJERES DEL PUEBLO!
¡POR LA ERRADICACIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
EN EL TRABAJO!
ORGANIZACIÓN
DE MUJERES DEL PUEBLO DE COLOMBIA – OMPC DIRECCIÓN NACIONAL
No hay comentarios.:
Publicar un comentario