Haití: Ya va una semana de multitudinarias protestas y huelga general / “La situación es grave”, dicen los obispos católicos /Aumenta la represión y hay más muertos.
Créditos: Resumen Latinoamericano de noticias
Las
escuelas y los bancos siguen cerrados, así como negocios y estaciones de
combustibles, muchos de los cuales han sido saqueados. Ya van 7 días de
multitudinarias protestas. La consigna es clara entre los manifestantes: “(el
presidente) Moise debe caer”
Por séptimo día consecutivo, haitianos van a las calles a
pedir renuncia de presidente
Las protestas forman parte del ciclo que
comenzó en julio de 2018, después de que el gobierno anunciara un aumento del
precio de los combustibles
Desde el último jueves (7), miles de haitianos
acudieron a las calles para pedir la dimisión del presidente Jovenel Moïse. Haití
fue tomado por una serie de protestas que piden la dimisión del presidente
Jovenel Moïse, un empresario de centro derecha que gobierna el país desde 2017.
El nuevo ciclo de manifestaciones, que completa siete días este miércoles,
paralizó, completamente las actividades de la capital Puerto Príncipe.
Las movilizaciones actuales comenzaron
después de que el Tribunal de Cuentas del país divulgar un nuevo documento que
comprueba la participación de altos funcionarios del gobierno federal en un
esquema de malversación de fondos que iban a programas sociales.
Haití es el país más pobre de las Américas,
con cerca del 80% de su población viviendo en la pobreza, e intenta rehacer
tras el catastrófico terremoto de magnitud 7, que tuvo lugar en 2010, y el paso
del huracán Matthew en 2016.
Según Camille Chalmers, director ejecutivo de
la Plataforma Haitiana de Abogacía para un Desarrollo Alternativo (PAPDA, por
sus siglas en francés), hay “cientos de miles de personas participando de las
manifestaciones todos los días en todas las grandes ciudades del país”, con
decisiones colectivas a partir de los barrios, de “bloquear todo tipo de
circulación”. El bloqueo es una decisión estratégica de los manifestantes para
presionar por una respuesta más rápida del gobierno haitiano.
Hasta el momento, 10 muertes están
confirmadas. Sin embargo, sectores de oposición a Moïse hablan en 52 personas
muertas durante conflictos con las fuerzas de seguridad del país. Entre ellos
está el militante Sybrun Mackendy, del Movimiento por la Libertad de la
Igualdad Haitiana para la Fraternidad (MOLEGHAF, por sus siglas en francés).
Mackendy fue muerto durante manifestaciones que ocurrieron este martes (12).
Desviación
de los fondos
El informe del Tribunal de Cuentas de Haití
apunta que hubo mala administración y desvío de dinero por orden de 3.800
millones de dólares por parte de ministros y funcionarios vinculados al ex presidente
haitiano Michel Martelly, también de centro derecha.
Dentro de eso, una empresa entonces
administrada por el actual presidente, Moïse, se apropió de parte de los fondos
de un programa promovido por el gobierno venezolano junto a países del Caribe, en
la alianza de Petrocaribe. En ese proyecto, Venezuela suministra petróleo en
condiciones especiales con el objetivo de ayudar en el financiamiento de
proyectos sociales a las comunidades pobres de esos países.
Inflación
y devaluación de la moneda
Las nuevas protestas forman parte de un
proceso de movilización que se produce desde julio de 2018, cuando el gobierno
haitiano anunció que aumentaría el precio de los combustibles en un 51%.
Después de la declaración, una serie de acciones ocurrieron entre los días 6 y
8 de julio, lo que llevó a Moïse a retroceder en su decisión y congelar el
reajuste.
Actos también ocurrieron en octubre y
noviembre de 2018. Además de la renuncia del presidente, los manifestantes
pedían mayor transparencia del gobierno en cuanto a los casos de corrupción ya
conocidos en Petrocaribe, además de salidas de emergencia para la crisis
económica del país.
Según el periodista e integrante de la
Brigada Internacional del Alba Movimientos en Haití, Lautaro Rivara, la
cuestión judicial de los desfalques de fondos de Petrocaribe “no avanzó
prácticamente nada en la cuestión judicial. Hasta el momento, ningún
responsable ha sido arrestado por los casos “.
El periodista también explica que el tema de
los combustibles sigue en pauta, no más por el reajuste, que fue congelado,
sino debido al no atender la demanda del país. “El problema actual es que hay
mucha falta de combustibles en el país, a causa de una deuda que el Estado
mantiene con empresas importadoras de gas”.
En los últimos dos años, la inflación de
Haití varía entre el 13 y el 15%. Además, la moneda del país, el gourde, pasa
por un momento de frecuente desvalorización frente al dólar.
“Entonces, si sumamos la falta de gas y esta
devaluación permanente de la moneda nacional, vamos a entender cómo está
impactando en todos los precios de la economía haitiana, sobre todo en la
alimentación y el transporte”, afirma Rivara.
Según el periodista, “básicamente, lo que
está viviendo Haití está el fracaso de décadas de políticas neoliberales y de
políticas económicas absolutamente tuteladas y coordinadas por Estados Unidos y
por otras potencias”.
Jovenel
Moïse
Ante este escenario, el foco de los
manifestantes está en la renuncia de Moïse, que tiene su legitimidad cuestionada
desde antes del actual ciclo de protestas. El presidente fue elegido en
noviembre de 2016 en un pleito lleno de acusaciones de fraude.
El
propio tribunal electoral del país asumió la existencia de irregularidades,
pero decidió, a principios de 2017, confirmar el resultado y autorizar la
posesión de Moïse.
Según
Rivara, los movimientos populares de Haití consideran que la renuncia del
presidente es la “condición primera para iniciar un diálogo y para buscar
alguna salida de transición a la crisis política haitiana”. Para él, “no
está comprobado que Moïse es un ladrón. Lo que está comprobado es que él
coordina a un grupo de ladrones. Esa es la lectura de los movimientos
sociales “.